Más de 3 millones de toneladas de litio se espera que sea el promedio de la demanda mundial del metal para el año 2035, muy por sobre las 451 mil toneladas requeridas durante 2022.
Esta demanda esta motivada por producción de vehículos eléctricos: conforme a proyecciones del mercado, más del 50% de los vehículos producidos en 12 años más funcionarían a base de litio en lugar de combustibles fósiles.
Teniendo en cuenta este dato, los países latinoamericanos que cuentan con yacimientos de litio, pueden empezar a sacar cuentas alegres: Argentina, Bolivia, Chile. Pero en el resto del mundo también hay yacimientos de litio, lo relevante es la forma en que se encuentra ese litio.
Es sabido que el agua de mar tiene litio ; hay yacimientos en arcillas, pegmatitas, en pozos petrolíferos, campos geotérmicos y salmueras; Chile posee estas últimas. La forma en que se dispone de salmueras hace que la extracción no implique grandes costos, como si ocurre en el caso de las pegmatita o de las arcillas, donde son necesarios procesos mineros, de mucho mayor impacto al entorno.
Las características del Desierto de Atacama, lugar de ubicación del Salar de Atacama, como el lugar más seco de la tierra, con un índice de evaporación de 3.200 milímetros y precipitaciones anuales de apenas 15 milímetros, permiten una concentración de energía solar extremadamente eficiente, lo que redunda en un proceso mucho más eficiente y competitivo de extracción de litio que otros salares.
Este es uno de los factores que hacen muy competitivo en costos a Chile en el mercado del Litio, que según ya sabemos irá al alza, empujado no solo por las baterías para la electromovilidad, sino que también para eficiencia energética y uso de energías renovables, a través del uso de las baterías de litio.
Pero no solo eso, ya que además de litio, tenemos uno de los sitios con mayor índice de radiación solar, lo que hacen perfecto el norte de Chile para desarrollar proyectos de energía solar que alimenten el proceso de la producción de Hidrógeno, que dadas las características de producción del elemento, sería “VERDE”.
Existen en Chile, por tanto, aspectos que lo pueden convertir en un actor de primera línea en la transición energética, clave para la ralentización del cambio climático y calentamiento global; sin embargo como veremos, esto depende de otros factores que no se han considerado en su justa medida en la discusión.
Los pueblos ancestrales, el acceso al agua y vulneración de humedales
“Este método de evaporación de salmuera es atroz y no tiene sentido”, dice James J.A. Blair, profesor asistente en la Universidad Politécnica del Estado de California- Pomona (Cal Poly Pomona por sus siglas en inglés) y coautor de un nuevo informe del Natural Resources Defence Council (NRDC por sus siglas en inglés) sobre la minería de litio en América del Sur. “Las comunidades sufren una violación lenta que ha creado condiciones de agotamiento ecológico”.
El ejemplo recuerda los casos de ciencia ficción como el planeta Arrakis, de la obra de “DUNE” de Frank Herbert o la película “AVATAR”, donde recursos minerales se encuentran en el lugar específico donde se desarrollan culturas milenarias como los Fremen (en el caso de DUNE) o los Na´vi (en el caso de Avatar ).
En ambos casos la historia termina mal para la población originaria. Y al parecer para las comunidades y entornos naturales donde se halla el litio, tampoco ha resultado mucho mejor o distinto.
Según el sitio NRDC en un artículo, hay efectos de la extracción del litio en los recursos hídricos en las comunidades en los alrededores de los salares.
Elena Rivera Cardoso, que es la presidenta de la comunidad indígena Colla de la comuna de Copiapó en el norte de Chile y su hija Lesley Muñoz Rivera , critican que mucha de la actividad que afecta la forma de vida y el agua de los pueblos originarios no deja ningún beneficio. “Nada se queda en Chile; todo va a otros lugares. No tenemos vehículos eléctricos en Chile. Sufrimos la contaminación y la energía verde se va al Norte Global. Pero ¿a costa de quién?, cuestiona Lesley Muñoz.
En el caso de las forma de vida de los pueblos originarios, como los Colla, algunos son nómades , pero por el efecto de la falta de agua más del 70% se concentra en el centro de Copiapó por lo que los restantes que aún viven entre las montañas y vida silvestre, pronto se verán obligados a irse.
Justamente estos argumentos, los de grupos humanos como los pueblos originarios que viven o están conectados con los salares y su derecho a vivir en la forma en que siempre lo han hecho, son uno de los principales elementos a considerar más allá de las consideraciones técnicas de la extracción de litio; pero también motivan a mirar más allá y hacer algo más que extraer litio y más bien buscar un desarrollo tecnológico que permita que desarrollar y generar una riqueza duradera que traiga prosperidad a la zona y no solo miseria y destrucción de formas de vida.