La producción de cobre es un aspecto ampliamente reconocido en Chile. No obstante, recientemente se ha centrado en la necesidad de mejorar la capacidad de fundición y refinación en el país. Esta cuestión se considera crucial dada la posición de Chile como el principal productor mundial de cobre. Es esencial que Chile no pierda su capacidad de refinamiento y fundición, y en su lugar, como país minero, se enfoque en exportar cobre ya refinado y concentrado.
Exportar productos de cobre más refinados y concentrados resulta más beneficioso para Chile si se busca tener una influencia significativa en el mercado y en la comercialización del commodity. La Estrategia de Fundición y Refinería del Gobierno marcó un hito importante al establecer las bases para fortalecer y expandir la capacidad nacional, sin comprometer los estándares medioambientales y la sostenibilidad del negocio. La sostenibilidad en las fundiciones se alinea con el desarrollo tecnológico, la adaptación a nuevas tecnologías y la capacitación adecuada, así como la búsqueda de ubicaciones óptimas para nuevas instalaciones de fundición con el objetivo de minimizar los impactos residuales.
La normativa actual en Chile establece que las plantas de fundición deben capturar al menos el 95% de las emisiones generadas, pero es necesario elevar este porcentaje para cumplir con los estándares internacionales de manejo de gases de efecto invernadero. Estos estándares son comparables a los de las fundiciones más avanzadas del mundo, como las ubicadas en Hamburgo (Alemania), Huelva (España) y diferentes ciudades de China, donde las tasas de captura superan el 99,8% o incluso el 99,9%. Mejorar estos estándares también tendría un impacto positivo en la reducción de la huella de carbono y en las emisiones generadas por el proceso de fundición.
La modernización de las fundiciones existentes en Chile es un desafío que se presenta. Las tecnologías actuales pueden operar hasta cierto punto, pero superar el 96% de captura se vuelve más complicado. Aunque hubo un proceso de ajuste costoso que mejoró el desempeño ambiental, estas tecnologías tienen limitaciones inherentes debido a su antigüedad y deficiencias subyacentes. Comparando con fundiciones en otros lugares del mundo, como Hamburgo, se demuestra que la inversión constante puede llevar a altas tasas de captura.
La opción de construir nuevas capacidades de fundición también está ganando terreno. La pregunta que surge es si es más conveniente reparar lo antiguo o construir instalaciones nuevas. La opinión es que es más viable construir nuevas fundiciones, quizás en colaboración con expertos a nivel mundial y socios locales. La gestión de estas fundiciones debe quedar en manos de expertos en sostenibilidad. En última instancia, la discusión sobre mejorar y fortalecer las operaciones de fundición es esencial para lograr este objetivo.